El envejecimiento cutáneo resulta de dos factores; uno intrínseco o cronológico y un envejecimiento extrínseco como consecuencia de dos factores principales: el sol, las agresiones ambientales (contaminación y otros) y el tabaco; esto también se llama
oto envejecimiento.
Dentro de los distintos procedimientos para lograr un rejuvenecimiento facial eficaz, el láser es el único capaz de obtener los efectos deseados para lograr este propósito que son dos :
La ablación, que es la vaporización de la epidermis tiene dos efectos. Por una parte consigue la renovación de la capa superficial de la piel, eliminando manchas, lesiones pigmentarias, etc. Por otra, la retracción inmediata, que puede llegar a ser del
30%.
El depósito de calor en la dermis provoca una nueva síntesis de colágeno, que se deposita sobre el magma fibro-elástico deteriorado por el envejecimiento, de esta manera causando efectos visibles como es la recuperación
de la textura y la disminución de las arrugas.
El Láser es una fuente de luz que se aplica sobre la piel fotoenvejecida la cual provoca una restructuración de las capas de colágeno, por su capacidad de penetración profunda y descarga suficiciente
de calor, sin producir agresiones en la piel a tratada. Esto produce una renovación de las capas de la piel afectadas mejorando la elasticidad (tensado), textura y apariencia.
El proceso de renovación continúa más de seis meses después
de la última sesión. Es un tratamiento muy eficiente en todo tipo de pieles, porque su mayor longitud de onda hace que la melanina epidérmica absorba menos energía radiante.